Enfermedades
Infecciosas

Desde que la mujer inicia su vida sexual, se recomienda que acuda a citas periódicas con el ginecólogo para realizarse las pruebas de rutina, es la mejor manera de prevenir posibles riesgos por enfermedades infecciosas a causa de bacterias, hongos o virus.

Infórmate en Salud Mujer y cumple con tus citas médicas, verás que existen las líneas de prevención para cada caso.

Infecciones congénitas, perinatales y postnatales

Las mujeres embarazadas son vulnerables a contraer enfermedades infecciosas de tipo bacterianas, virales o parasitarias que pueden transmitirse verticalmente, desde la madre al feto o recién nacido.

Una infección, durante el primer trimestre de embarazo tiende a desarrollar anomalías congénitas en el embrión en crecimiento; si ocurre después, es más probable que el feto desarrolle una infección neonatal. En algunos casos, las consecuencias pueden ser lamentables: morbilidad o mortalidad perinatal.

Comúnmente se agrupan bajo el acrónimo TORCH.1

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Toxoplasma GONDII1

  • La enfermedad se produce a causa de infección parasitaria, al comer carne contaminada o mal cocida, por contacto con heces de gato infectadas o durante el embarazo. Tiene una incidencia del 15% a la semana trece de gestación y hasta 70% a las treinta y seis semanas de gestación, pudiendo producirse malformaciones fetales.1



  • Son asintomáticos al nacimiento,
    del 70 al 90%.


  • Triada clásica para el diagnóstico: coriorretinitis, hidrocefalia y calcificaciones intracraneales.


  • Manifestaciones comunes: anemia, convulsiones, ictericia, esplenomegalia, hepatomegalia y trombocitopenia.

Otras enfermedades1

  • Sífilis

    En los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) se estima un rango anual de sífilis primaria o secundaria de 0,9 casos por cada 100,000;
    mientras que la incidencia de sífilis congénita es de 7.8 casos por 100,000 nacidos vivos.


    El riesgo de infección varía según la etapa evolutiva de la enfermedad, presentándose cuadros de rinitis, lesiones cutáneas y de mucosas, alteraciones óseas, dentales y cartilaginosas, entre otros signos.
  • B191

    Se trata de un virus de ADN monocatenario, pasa a través de gotitas respiratorias, por exposición de la sangre o verticalmente a través de la placenta.
    Aproximadamente entre el 35 y 55% de las mujeres en edad fértil no son inmunes al parvovirus, la incidencia es del 1 al 5%.


    Como consecuencias, puede provocar aborto espontáneo, deficiencias graves del desarrollo neurológico e hidropesía fetal (inflamación).
  • Varicela1

    El virus pasa de la madre al feto a través de la placenta.
    Se estima que hay 2% de probabilidad de que un bebé desarrolle el síndrome de varicela congénita si la madre contrae la enfermedad durante los dos primeros trimestres del embarazo.


    A menudo es causa de lesiones cutáneas, hipoplasia de las extremidades, anomalías neurológicas o retraso en el desarrollo.
  • Rubéola1

    Su alta transmisión vertical es del 80 al 90%. El riesgo es más alto en el primer trimestre del embarazo y el cuadro es más severo durante este periodo. Las manifestaciones clásicas incluyen: sordera neurosensorial, cataratas, defectos cardiacos, microftalmia, opacidad corneal y glaucoma. Es la única enfermedad infecciosa que puede evitarse mediante la vacunación.
  • Citomegalovirus (CMV)2

    La mayoría de las personas con esta enfermedad no presentan síntomas ni saben que están infectadas, pero la infección es seria cuando se trata de bebés, a pesar de que no presentan problemas de salud pueden desarrollar alguna discapacidad.
  • Herpes

    El contagio de virus del herpes simple se estima entre 30 y 50% cuando ocurre cerca del momento del parto y la mayor transmisión es durante el parto (80%).4 Puede ser causa de aborto o generar la presencia de malformaciones cerebrales, cicatrices, coriorretinitis.4


  • Hepatitis B1

    La transmisión ocurre durante el nacimiento y el parto, por contacto con la sangre u otros líquidos corporales.
    Sin las medidas de prevención adecuadas el riesgo de contagio al hijo es de 70 a 90%.


    Puede dar lugar tanto a un cuadro agudo como a una enfermedad crónica, de alto riesgo si se desarrolla como cirrosis o cáncer de hígado.1

    De acuerdo a la OMS, 257 millones de personas padecían infección crónica en 2015 y la proporción de menores de cinco años con esta descendió a menos del 1% en 2019.3
  • Virus de inmunodeficiencia humana, VIH2

    La patogenia de la infección es compleja, se transmite por exposición a la sangre, a membranas mucosas; durante el trabajo de parto, el parto o durante la lactancia.
    Sin las medidas de prevención adecuadas el riesgo de contagio al hijo es de 70 a 90%.


    Como medida de prevención, ayuda no amamantar al bebé y la identificación temprana de la infección materna, misma que permite iniciar o llevar un tratamiento integral.

    Estas acciones han ayudado a reducir la tasa de transmisión perinatal.1


Tipos de transmisión1



  • Durante el embarazo




    Transmisión a través de la placenta, dando lugar a infecciones congénitas.
  • Durante el parto




    Contagio a través del contacto con secreciones infectadas en el canal del parto, dando origen a infecciones perinatales.
  • Después del parto




    Infección a través de la lactancia materna, por contacto de secreciones maternas, produciendo infecciones postnatales.


Algunas líneas de prevención1



  • 1


    Cumplir con el esquema de vacunación contra rubéola, varicela, hepatitis B, difteria, tétanos y actualmente la de la influenza, (con los refuerzos correspondientes).
  • 2


    Se deben realizar exámenes específicos bajo circunstancias bien definidas. El diagnóstico puede ser serológico o por técnicas de biología molecular o cultivo celular.
  • 3


    Serología para VIH, contra hepatitis B y evaluación de vaginosis en mujeres con antecedentes de parto prematuro.
  • 4


    Mantener estrictas normas de higiene en los alimentos.


Es importante que las mamás y los papás estén sanos y mantengan una buena atención médica, antes y durante el embarazo, para reducir el riesgo de malformaciones congénitas que pueden evitarse.

En general, cuando la infección ocurre antes de las 20 semanas es más grave y puede ocasionar malformaciones múltiples. Acércate con tu médico y pide que te hable sobre los ensayos del grupo TORCH, los cuales detectan la presencia de anticuerpos contra los patógenos de infección.4
  • - Cuídate, porque tu salud y la de tu bebé son importantes. -

1 Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. (2018). Guía de asistencia práctica. Control prenatal del embarazo normal. Revista Oficial de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, Vol. 61 (5), pp. 510-527.
1 Neu, N., Duchon, J. y Zachariah (2015). TORCH Infections. Clin Perinatol, Vol. 42(1), pp.77-103. Recuperado de: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0095510814001250?via%3Dihub.
2 Belanger, B. (2020). Embryology, Teratology TORCH. Nacional Center Biotechnology Information. Recuperado de: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK545148/.
3 Organización Mundial de la Salud. (2020).Hepatitis B. Recuperado de: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/hepatitis-b.
4 Abarca, K. (2003).Infecciones en la mujer embarazada transmisibles al feto. Revista Chilena de Infectología, Vol. 20 (1), pp. 41-46. Recuperado de: https://www.google.com/search?q=Rev+Chil+Infec&rlz=1C1SQJL_esMX928MX928&oq=Rev+Chil+Infec&aqs=chrome..69i57j0l2j0i22i30.283j0j9&sourceid=chrome&ie=UTF-8.